Y me prometieron la tierra, esa que pisas bajo tus
pies. Y me dijeron que sería mía, cuando conquistara hasta el último baluarte
que tienes, tras la muralla que esconde ese corazón ardiente.
Y me prometieron la tierra, aquélla que un día
heredarían mis vástagos, nuestros vástagos. Tuyos y míos. Estaríamos sólo tú y
yo contra el mundo. Frente a él.
Y me prometieron la tierra, mi tierra. Esa que han
labrado, generación tras generación con el sudor de su frente. Con el sudor de
mi frente.
Me prometieron la tierra, mi tierra. Solo mía.
Tierra mía.
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