Buscar este blog

viernes, 21 de junio de 2013

#6. El Tiempo.



El tiempo, a veces efímero y otras veces tan eterno,
parece contradictorio: unas veces ansiamos que éste se quede estático y otras tantas que pase veloz como un rayo.

Tan querido como perecedero, 
ése que a veces abrazamos como si nos fuera la vida en ello, 
pero por el contrario también ansiamos que se escape 
y que vuele alto como un pájaro, 
que se libere de las cadenas con las que 
nosotros los seres humanos lo apresamos.

Ese tiempo, que en ocasiones parece tan distante y otras tan perezne, 
pero que si le echamos una mirada, 
nos parecerá que este no pasa, 
pero en realidad nos transporta poco a poco 
y sin darnos cuenta pasa muy deprisa, 
tan deprisa que en ocasiones experimentamos una sensación de vértigo 
e incluso de miedo.

Tiempo, su palabra es un síntoma de vejez, 
pero a la vez de aprendizaje y experiencia, 
actitudes que se van adquiriendo y asimilando en tu vida, 
que las terminas tomando como costumbres, y aprendemos, 
recapacitamos y erramos todos aquellos errores 
que vamos cometiendo los superamos y si caemos nos levantamos, 
sabiendo que el tiempo no es eterno 
cómo nosotros quisiéramos que fuera y que sin querer se pasa, 
avanza y lo que más difícil nos cuesta comprender es que éste no vuelve, 
sino que avanza lenta e inexorablemente sin que nos demos cuenta en ocasiones. 
Y esa es la razón que a todo ser humano le inquieta, 
la pérdida de ese tiempo valioso que jamás regresa una vez perdido.

¿Eterno o efímero, fugaz o perenne?. Esa es la cuestión.

No hay comentarios:

Publicar un comentario