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jueves, 5 de octubre de 2017

#22.Dos Balas



Me preguntaste si me quedaban balas,
yo te dije que dos cartuchos.
Me preguntaste que si los gastaría contigo,
yo me precipité y en vez de lanzarlos al aire,
me los guardé conmigo.

Aún conservo esas Dos Balas,
para mi próximo objetivo.

Esas Dos Balas llenas de fuerza,
que incluso aguantan tempestades.

Esas Dos Balas ya no consiguen fracturarme por dentro.
Como si de un cristal anti balas, a prueba de bombas se tratase,
en eso convertiste el caparazón que me envolvía, que ahora ya es sólo hielo.

Infranqueable.

Hasta aquel momento. Tú todavía las tenías todas contigo (las balas).
Hasta aquel preciso momento, en el que tú disparaste, de manera certera,
esas Dos únicas Balas, que te quedaban, qué nos quedaban.

Esas Dos Balas me anularon de nuevo.
Esas Dos Balas destruyeron mi coraza de hielo.

Esas Dos Balas, que nunca disparé contra ti,
en ese día me quitaron la vida.
La vida independiente que tenía desde el momento
en que decidí que ya no más.

Pero cuando volviste a mirarme y a dispararme de nuevo,
con esas dos balas que me miraban fijamente.
En ese momento, volví a caer en tus redes.

Quizá esas Dos Balas, fueron mi perdición;
Quizá esas Dos Balas, de una manera u otra,
me devolvieron de nuevo a tu vida.

Si no hubiera sido por tus ojos mirándome fijamente,
apuntándome como Dos Balas,
jamás hubiera sabido lo que habría ocurrido.

Si no hubiera sido por esas Dos malditas Balas…

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