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viernes, 23 de marzo de 2012

vampiro al anochecer II

Sentí el silencio alrededor mío, miré tras la ventana y solo pude atisbar una niebla oscura y un vaho un tanto extraño, un serpenteante y silencioso viento contorneaba las copas de los árboles con una intensidad sobrenatural...precisamente hacia unos meses que nada de lo que sucedía a mi alrededor era muy normal…todo estaba lleno de cosas que antes eran inexistentes en mi vida diaria…todo lo que ahora percibía estaba por descubrir.
Ahora todo se intensifica, todo llega a un punto culmen donde nada era lo que parecía … ya hasta una simple taza de café me descubría nuevos sabores y olores que jamás hubiera encontrado  en mi anterior vida … ahora la vista se intensificaba el doble y con él  todos los demás sentidos, los sonidos en todo…TODO HA CAMBIADO.
Tengo la necesidad de poder relacionarme con otros de mi misma especie …porque está visto que a la antigua ya no pertenezco es como si me repulsara su olor, sus movimientos, sus gestos y su habla… ya nada de ellos me suena melódico…cada sensación del ser humano llega a mis sentidos con millones de emociones que se desarrollan por minutos, ¡qué digo! por segundos, todo esto hace llevarme a un mundo paralelo del cual pienso que es inventado por mi subconsciente y que todo a mi alrededor ha cambiado,  y en efecto nada ni nadie volverán a ser lo de antes.
Echando una simple mirada a mi alrededor, observó como aquellas personas con las que antes tenía una gran relación no se han sentido incomodas ni se han percatado de que algo en mí no sigue igual, sino que ha cambiado…ellos no son conscientes del gran cambio que esto a mí me produce, pero sin embargo yo sí que percibo en ellos un gran cambio, ya nos los encuentro tan atrayentes como antes…
Cada vez que los veo un impulso  me recorre por el cuerpo como cual león sitúa a su presa en un punto en concreto, ese  deseo irremediable es el que siento cada vez que veo  alguien que no es de mi estirpe, esa sensación de devorarlo me invade todo el cuerpo repitiéndose como si fuera un círculo vicioso del que jamás creo podré llegar a salir.




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